lunes, 13 de diciembre de 2010

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Aveces dejamos de oir canciones porque dicen verdades para nuestra realidad que son tan dolorosas que llegan a ser imposibles de escuchar..
y las pasamos como hacemos con nuestros errores o con los de los demás dejamos de escuchar, de ver o de saber.
Las pasamos porque su letra tiene más significado del que nunca esperaste y al oirla puedes sentir como las cuatro paredes de tu alrededor se caen a su paso, desojando la realidad que tanto te había costado contruir con el entusiasmo falsificado y las sonrisas no significativas.
Caen lágrimas sin saber muy bien el por qué, de todas formas esa melodía y este momento están desmoronando todo lo que podíamos dar por seguro..
miras a tu alrededor y de muchas cosas dos o tres son verdaderamente reales y no son comunes ni buenas compañeras...






Eso de ser invisible vuelve en los peores momentos, ese recuerdo de mi niñez un tanto aterradora resurge cuando menos se le extraña y soy invisible,intocable, completamente de hielo.

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