lunes, 15 de junio de 2015

Noches con años.







Miro la luna...
Me detengo ante la inestabilidad de una noche clara
con pocas estrellas y una brisa muy cómoda para recordarte.
Me desvelo ante el pensamiento de escucharte a lo lejos
verte aparecer detrás de la luna...
Esa acompañante infinita que no para de hablarme de ti, de nosotros.
Me espero con la ilusión que tenía cuando era una niña,
me espero y desespero ante la soledad de esta luna
donde pretendo encontrar las respuestas que nunca tuve.

Y al mirarla, los kilómetros disminuyen,
la presión se acelera y mis ojos sin parpadear
comienzan a buscarte.
Puede que observes la misma luna, y puede que pienses en mí.

El camino lo sigo, con pasos sigilosos
para no perderte de vista..
para que la luna siga hablándome de ti
cada noche, como siempre.

Será un no retorno, el mejor que he vivido
si tengo que verte al final de todos esos kilómetros.
Me dispongo a mirar la luna  y preguntarle por ti
enviando mensajes a través de su luz.

Escucha mis pasos, mis latidos a tu lado.
Estoy ahí.
Siente mis manos, son tuyas.
Bajo la inmovilidad de esta noche con cada susurro
dibujo un te quiero.

Para que solo lo escuches tú.
Para que nadie más pretenda romper las ventanas
a tus pies, en cada una de las noches en las que no estoy a tu lado.