jueves, 27 de mayo de 2021

De juicios y justicia.

 




No sé si existe aquello a lo que llamamos karma, 

tampoco entiendo de justicias divinas... 

Se que mi juicio está hecho y publicado,

se que mi condena fue leída en voz alta y tatuada en mi piel. 

Conozco mi oscuridad y la abrazo. 

Desconocía los hablares y me sorprendo. 

La vida pausada y desmedida 

en orgullo y dolor. 

Deja el juicio, deja mis cadenas y abandona mis pasos. 

No tienes lugar aquí. 

No busco juicios ni karma. 

No busco nada más que aprender 

y no dejar de hacerlo.

Si algo tiene que llegar, 

llegará. 

Y no estaré ahí para verlo, ni existirá 

en mí tal interés. 

Mis puntos cardinales se encuentran muy lejos de todo aquello. 

Todo aprendido dosificado y casi olvidado. 

No puedes matar lo que no ha nacido. 

No puedes influir en una realidad 

en la que no hay lugar para ti. 

Este puede ser mi mayor exorcismo. 

Mi peor condena. 


La latitud nunca será eterna, 

prometo que tus pasos nunca llegarán a alcanzarme. 



Hoy ha sido la primera y la última vez que mi pulso te habla.