lunes, 24 de julio de 2017

Rodeo





Continuamos sanando los pasos del viento.
Dibuja en mi piel esos secretos, déjame ser la base.
Déjame ser el todo de la nada que estamos creando.

Deconstruyo lo que conozco para observar aún más.
Escríbeme, sorprende mis manos con tu mirada,
despierta en mi madrugada
quita mis capas, une tus miedos...

Busco la comparaciones para retratarte,
para dejar huella en mis letras con tu nombre.
Se me dan pocos recursos para ir encerrando
tus pupilas en mis jaulas.
Mis atardeceres se siguen dibujando sin ideas,
sin el temor que tienen mis manos de perder
lo que aún no tengo.

El miedo forma la realidad más cercana
y mis sentidos siguen pidiéndote, 
buscándote, imaginándote.
La poesía, los versos, todo se difumina
cuando intento rozar tus labios en 
el intento eterno de disipar las distancias.
A viva voz se recorre el filo de mi integridad
entre los deseos, la realidad, los sueños
y el temor tan constante del querer(te) o no querer(te).