Cada noche recito un poema nuevo en tu nombre,
esperando que puedas sentirlo,
deseando que puedas reflejarte en él.
Cada noche recito mil versos sobre valentía, sobre vida y lazos...
Esperando que puedas abrir los ojos y el alma.
Para que no te dejes envenenar por el laberinto.
Para que persigas los versos, el amor, la luz y mis manos.
Cada noche intento curarte con un nuevo verso
tan explicativo, tan demente que te retuerza el corazón,
para que decidas volver.
Cada noche te ato en mi pensamiento,
para que estos días te quedes mi libertad.
No la quiero ni la necesito sin tus colores rodeando mi aura.
Cada noche te guardo, te protejo, y te reitero en mis recuerdos.
Eres y serás la sonrisa más grande y contagiosa que he tenido la suerte de vivir.
Y esperando el retorno de la psique, el ave fénix que queda por resurgir.
Todo lo que compone tu esencia.
Esa cobardía que alimenta tus días y
mi valentía sin funcionar, cuando tu luz se apaga.
Las dos partes de una misma moneda que no puede hacer más que girar.
Entre tanto tumulto de acciones y reacciones...
Cada noche seguiré recitándote versos sobre coraje, valentía, aventura y amor.
Para que tu alma cure, para que tus alas se abran,
para que seas colores, naturalidad y sonrisas.
Todo aquello que me enseñaste a vivir bajo tu luz.
