Con un poco más de tiempo libre he podido volver a escribir.
De distinto modo, desde distintas miradas, desde diferentes sentimientos y sensaciones.
No he tenido tiempo ni para sentir, ni dejar de sentir, he estado estática en una vida llena de libros y comentarios de texto.
Quiero inspiración, aire en mi cara, brisa marina que me ayude a refrescar mis sentidos y canciones que cantar... que me ayuden a liberar cada sensación encerrada.
Cada sentimiento caducado guardado en el rincón de mi cuarto tan desordenado y lleno de pelusas.
Puedo abrir mis ojos sin ver nada más que dos soluciones.
Y vuelvo a cerrarlos... mejor dejarlo para otro día.
He estado sin pensar y pensando, escuchando sin hablar
y viviendo sin respirar demasiado para no llamar la atención.
No sé si ha servido para conocerme o desconocerme.
Este verano será el protagonista de mi vida
y la respuesta a muchas dudas encerradas en canciones.
Salto de un lado a otro
de una sonrisa a otra
desentendiéndome de ti y de tus asuntos.
Desentendiéndome de mi y de mis asuntos.
Se enciende mi bombilla al sonar en mi cabeza tales frases
como esas, y vuelvo a reaccionar
y me duermo nuevamente, para esperar a ese verano que se aproxima.
Muy segura de vez en cuando
y a veces, tan enredada en locuras y locuras.
Puede que desee más de lo que debo, puede que tenga más adicciones de las normales
más ganas de romper las ventanas y quizás pocas ganas de gritar la verdad
al viento y aire que me rodea.
Esperar y disfrutar, vivir y bailar.
Cantar, escribir, sentir y emocionarme.
Muchas cosas vienen en este próximo y esencial verano.
