domingo, 19 de marzo de 2017

M






Sara Herranz


 La piel distante y seca.
Los engaños y las palabras que se dejan reposar sin más.
Quitando importancia a todos los destinos que marca tu piel 
sigo perdida y encontrándome en cada pasión esporádica
en cada segundo desgastado y cargado de un suspiro.
Y quizás no llegará nunca ese ansiado lugar especial
quizás la mirada que busco ya no existe.

El calor del sol me camufla, me conserva y me mantiene viva.
Cálida, palpitante, desconcertada, ingenua y estática.

Y sin vías de escape me encuentran los cazadores.
Aquellos que no miran más allá de ese objetivo, 
tener a la presa entre sus manos.  
La desidia de ese sentimiento me corrompe y me consume.
Soy la presa, la presa de aquel que confunde los sentidos 
y los términos de una atracción.
Soy la presa que escucha todas aquellas palabras
la que cree sin querer, 
la que es efímera ante la ausencia de amor.


Abren fuego las fantasías, 
las promesas y la falsa lealtad. 
Un juego conocido, no puedes confiar.
Y sin dejar de ser presa me alejo sin provocar ruido,
sin llamar la atención.
No busco ser presa busco ser parte.
Parte de las palabras, de la ilusión y la magia.


Sara Herranz





{Lo real es mucho menos complicado, más claro, más vivo, menos cazadores y más cupidos}

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