Tantas veces me he desangrado
y tantas me he quedado sin más que un respiro...
Un escenario gris con unas connotaciones diferentes
Se plasma lo etéreo, se dispan mis raíces.
Y vuelo como consuelo entre tantas horas perdidas.
Espera a mis manos, y seca las proposiciones.
Sigo escribiendo más que hablando, quizás con ganas de
ser eterna, quizás con un miedo constante a ser escuchada.
Sigo los pasos de lo ausente ante mis pies rotos de estar inmóvil.
Y tú sin llegar a entenderlo nunca, surges y flotas ante mis colinas
las señales invisibles no sanan mis heridas.
Y sigo aquí esperando la sorpresa, el encanto y el abrazo envenenado.
Tiembla la tierra, los tímpanos sordos no hacen más que secarse
las pupilas deciden lo que prefieren mirar, lo más bonito, lo menos tóxico.
Y ves como se seca la vida ante tus manos.
Y preferiblemente la hipocresía actúa sin determinar los actos.
Marchitada el alma, marchitados los labios.
Corazón muerto y desarmado.
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