viernes, 12 de febrero de 2016

V 12 F.

La brevedad de los espacios
entre un millón de atardeceres.
Las cálidas montañas verdes que me impregnaban de dulzura
y los atípicos sentidos que me desarmaban las costumbres...
Supondremos un aliento cerrado en boca de lobos tristes
sentiremos el frío de un invierno seco. 
Desierto entre mares de lágrimas y mal entendidos.
La tristeza de compañera en mi mano se quita las lágrimas
comparando mis días e iluminando las noches entre las sábanas.
Soporto mi vida que pende de un hilo bajo la constancia
de mis ganas escondidas entre tus manos.
Se me cierran los ojos cuando respiro 
y mi voz se enmudece al ver lo real...
Duermen mis sentidos y el aroma se disipa
para llenar la oscuridad en estas cuatro paredes frías.


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