martes, 10 de diciembre de 2013

Una cosa de un día cualquiera.



Existen esos días en los que los amaneceres no dibujan metas.
Esos días que se supone que han de ser los mejores.. 
esas etapas donde tengo que darlo todo sin rendirme, y no llego a hacerlo.
No sé si conseguiré tener esa sensación y esas ganas por más de un momento.

Al final surgen de entre las piedras los problemas que antes no lo eran..
que antes no existían, que antes eran todo lo contrario a lo que son hoy.
Cuesta escapar de unas cadenas tan dulces.
Cuesta liberarse de todo cuanto te rodea y comenzar de cero para no sentirte 
muerta en vida.
Siente mi mirada y busca algo en ella..
en pocos segundos si llegas a conocerme verás el vacío que se encuentra.
Ocultarlo podemos todos los que nos proponemos hacerlo.
Pero esto solo dura un momento, hasta que te cansas de sonreír y sonreír cuando 
no sientes tu realidad así de fresca.

Yo prefiero la realidad, te prefiero real y con mirada perdida.
Te prefiero real, roto, triste y con rencores que el tiempo ha resecado día tras día.
Las bromas son fáciles, los gestos son tímidamente más transparentes.. pero las miradas lo dicen todo.
Necesidad de soltar lastres que se han acomodado en mi pecho, 
por ello siento la presión más fuerte que nunca. 
Cada palabra y cada visión me empuja más al abismo en el que estoy a punto de entrar.
Días secos, hostiles, vacíos y grises.
Y esta espera, y todo esto, me rompe por momentos, me oscurece cada día, me nubla la mirada.

Y a ti te ha pasado lo mismo, otros días, de otras meneras, pero llega a ser el mismo sentimiento superado con una coraza cada vez más fuerte y más dura.

1 comentario:

  1. "Existen esos días en los que los amaneceres no dibujan metas.
    Esos días que se supone que han de ser los mejores.. "
    sé muy bien lo que describes en este texto, y lo único que puedo decirte es que al final siempre acaba saliendo el sol, de alguna manera, aunque no sea como nosotros queríamos.
    Un abrazo!

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