martes, 11 de enero de 2011

1



Y sentía que habíamos tenido esta conversación unas treinta veces ...
No sabía ya que decir, de mi boca no podían salir palabras ya que sentía y sabía con mi propia certeza que no iban a servir de nada...
Desde hace ya bastante que tenemos el mismo problema
y desde hace muy poco que he decidido hacerme la fuerte
o convertirme en hielo, para que así ninguna palabra,reproche, o despedida pudiese hacerme daño y no sé si lo he conseguido, no sé si sufriré cuando llegué el momento del adiós si algún día llega..
pero los reproches y las lágrimas cada vez me hacen menos daño, no sé si será porque como he dicho en un principio, todo esto ya lo he pasado, ya ha existido la misma conversación un montón de veces.
Llega el momento en el que se me acerca y con voz dulce me dice un sútil "ya está" , intento no mirarle, no puedo coincidir con su mirada dulce y llena de melancolía, podría romper mi caparazón y no quiero llorar como ya lo hice una vez...
Se acerca y me abraza con una fuerza que impide que me quiera alejar de él, que pueda alejarme de él. Intento no respirar no sentir su característico aroma, no quiero cerrar los ojos ni sentir el calor de ese abrazo eterno que me recuerda tan perfectos momentos, no quiero que caiga mi caparazón, no quiero sufrir, no quiero, me niego por este tema, por esta conversación una vez más.
Mientras miles de pensamientos, miles de soluciones fallidas atraviesan mi cabeza y cada uno de mis poros se cierra junto con una gran parte de mi corazón... mientras pasa todo eso, se aproxima la despedida, él intenta encontrarse con mi mirada, yo no puedo querer sentirme bien con él para después caer en la agonía.
La puerta nos espera.
He suspirado las veces suficientes como para sentirme más relajada y a la vez sentir más escalofríos, sigo confusa, no sé en que ha quedado todo, no sé donde acabaremos, no sé absolutamente nada, de lo que estoy segura es de que mi cansancio es total, y mis ganas de no saber nada de relajarme y no tener dudas ni pensamientos son enormes.
El momento de la despedida es un tanto incómodo, no sé como he de reaccionar...que tengo que decir exactamente...(?)
me abraza otra vez con la fuerza justa como para no querer dejar de sentir su calor... pero esta vez no puedo controlar lo que de verdad quiero y respiro...
siento su perfecto aroma, como se incrusta en cada zona de mi cuerpo, cierro los ojos y simplemente dejo que las miles de sensaciones que puede provocarme su abrazo recorran todo mic uerpo provocando escalofríos que no deseaba sentir, ahora quiero, ahora recuerdo... ahora no me queda nada más que hacer... solo puedo esperar a que todo salga bien, a que no vuelvan las dudas, pero es algo bastante difícil...
Le beso, ya se ha caído mi caparazón, el hielo se ha derretido por completo, ahora es el amor...mi corazón el que actúa por mi, lo odio... pero es lo que tanto he querido hacer en cada momento, es un beso cálido,sincero, el típico beso de reconciliación después de una larga y agotadora discución sobre el tema tan repetido de nuestra historia...
Y después de mi debilidad él se marcha, mientras a mi me llueven dudas, inseguridades, y poca confianza en él, en mi misma y en todo lo que ahora mismo me rodea...
A pesar de todas las sensaciones que no quería tener y que he tenido, no se me olvidan los reproches que existieron... las pocas soluciones por no decir inexistentes, la verdad es que todo es totalmente confuso.
El no estar segura de nada solo de que le quiero con todo mi corazón, el tener miedo al sufrimiento y dudas que pueden controlarte no beneficia a todo esto.




Es amor
da para miles de capítulos de existencia.


Loveislife.






















Pd: Dedicado a mi pequeño universo, Gracias.

1 comentario: