lunes, 24 de febrero de 2020

Jaula

Una jaula,
en una jaula vivo, me siento, respiro y me desespero.
Lloro y no me entiendo, ni tampoco pretendo entender a los demás.
La jaula a veces, casi siempre ahoga.
Solo de vez en cuando se abre una pequeña ventana por la que puedo respirar.
Y estirar un poco las alas, tiene matiz de sueño y justo cuando lo
disfruto, la jaula se cierra un poco más.
Y mis nervios no se controlan y mis lágrimas ciegas inundan cada uno de los huecos de mi corazón.
Este ecosistema no me comprende y me mata.
Poco a poco se me escapa la vida entre cada una de las rendijas. 
Entre cada uno de los humos que contaminan mi pecho.
Egoísmo.
Jaulas llenas de egoísmo, de fantasía y de irrealidad.
Todo aquello que te llevará a la soledad. 
Todo aquello que me llevará a escapar de aquí y odiar cada uno de estos rincones.
Y todo lo que siento sigue metido en esa jaula, voy llenando de libros todos escritos en distintas tormentas, y ya no cabe más dolor, ni más desesperación.

Y así vivo día tras día intentando no ahogarme en mi propia jaula, creada y llena de recuerdos.
No entra el olvido y la dignidad cada vez se ve menos.
Ansiedad vuelve de visita cada dos por tres, y yo sigo mirando el cielo 
esperando respuestas o quizás un final esperado.
Un final tan tan esperado y un descanso eterno.
Esa es libertad eterna para mí, mi corazón cansado y enjaulado 
no puede dar más vueltas, más trotes para ser engañado.
Para ser pisoteado.

Corrompo todo lo que me rodea
se oscurece cada gota de luz a mi paso
porque la jaula ya ha conseguido hacer su trabajo y soy más cuervo que nunca.





Amor recibido y podrido.
Corazón deshecho y mutilado.
Palpitaciones pidiendo auxilio y tajantes las alas rotas en mi vuelo olvidado.
Llamando a la eternidad,
llamando a mis brazos todo aquel amor real que di
en vano.
Dicen que nada que se hace desde el corazón es un error.
Pero llega a ser un error si eso se convierte en tu jaula.

Si eso se convierte en tu frialdad, en el hielo que se siente en el pecho.
En el zapato que te pisotea
ese sentimiento te cambia la vida, las formas, el ser.

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