La vida acaba por definirse en instantes, en conversaciones o algún que otro suspiro.
En esta edad, en la que todo y nada pasan a la vez..
Descubriendo calles llenas de historias
y personas sin maquillar, sin más que palabras y un par de metas.
Alterada la materia prima de los sentidos con cada sustancia
con cada atisbo de paz, y con cada sorbo más en noches inquietas.
Reflexionando sobre todo... y tú.
Recordando sensaciones... y yo.
Una incógnita marchita de un reencuentro que llegará...
quizás, con el próximo anochecer y mis canciones
quizás, entre tus sábanas dando la bienvenida al sol.
Una constante que nos conduce hacia caminos
dudosos y desérticos... donde pensamos mucho más de lo que llegamos a decir.
Infravalorando lo que nos rodea y la verdad.
Tan palpitante y perpetua, esa que no suele gustar, esa que no inspira
que da más brisa, más aire y más dudas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario