sábado, 5 de agosto de 2017

Llorona








Cambiando de ciclos me encuentro entre las mismas espinas.
Se me cuelan los sentimientos por las rendijas que había tapado.

Cada una de las noches me dicta una nueva posibilidad 
que se borra al recordar tu nombre.
Y las lágrimas dibujan mis curvas, para que la tristeza sea mi mentora
como viene siendo desde hace tiempo..
No quiero más cercanía que la soledad firme, 
estática y permanente que me acompaña.
Esa que no daña, la que no hace de mis pupilas sangre en tus manos.
Perder el tiempo entregando realidad, tacto y momentos 
para que sean despreciados una y otra vez, de mil formas diferentes.

Estos tiempos no son los míos.
Este amor no me corresponde, el actual, el efímero.
No es mío.
No lo quiero.

Crezco y estallo mil bombas,  para que solo permanezca la verdad.
Y pocos pueden llegar a comprender los puntos 
que se desactivan cuando el tacto me cambia..
Y curtida por un par de arañazos, los amaneceres me parecen 
más bonitos, pero sigo queriendo la lejanía de lo verdadero.
Lo eterno está en otros lugares.
Lejos de mí, de mi ser y mis piernas.

Desactiva las bombas, aparta la tristeza, deforma mis miedos.
Música que calma, amansa mis ojos, mis palabras y el sentido.
Aturde, aturde todo lo que me rodea, y mi cama es la tumba más cercana.
La resurrección nunca fue tan recurrente, 
la tristeza tan bonita y la soledad tan fría.




No hay comentarios:

Publicar un comentario