viernes, 27 de noviembre de 2015

Rey de reyes.

Destronando a los reyes pasados.
Consecuencias vertidas en un lago lleno de lágrimas.
La lucha constante por una palmada en la espalda y la desesperación, 
la locura que atraviesa cualquier tipo de humanidad.
Destronando muertos, energías desgastadas, 
decepciones constantes en un mundo basado 
en derrotar, destruir y sustituir.
Los párpados expandidos y la mirada nerviosa, 
los espamos y el silencio contenido.
Todo por la nada, la nada que no hace más que llenarlo todo.
Un sucesivo pensamiento acorde a la locura 
y para el resto un poco de tierra, de cemento y carne viva, 
llena de incomprensión y miseria.


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