martes, 14 de julio de 2015

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La expresión de un ser es cruel
pocas veces brillante, y llena de sonrisas.
Dientes que se enseñan para no levantar sospechas
en un mundo que no termina de llenarte de vida.
No sabemos lo trascendental que puede ser una lágrima o lo verdadero
que es sentirse deshecho.
Y frágil en el sofá encuentras un sentido para todo lo 
que termina en un sin fin de oportunidades irreales
que no completan ninguna de tus metas.

Quizás no ves todo lo que el resto espera.
La melancolía es uno de los sentimientos más reales
y más persistentes.
No abandona un cuerpo herido.
Y gritas con furia para sorprender al pasado
y decidir dejar atrás aquello que se supone que no es bueno.

¿Y si lo que te compone no es bueno ? 

¿Y si la visión melancólica y derribada de la vida 
y de los días es la más real ? 
La más sincera con todos y sobre todo.. contigo mismo (?¿).

A veces sale y mira un poco más,
pero casi siempre está encerrada en su cueva.
Llama a lo incalificable.
Llama a la destrucción y a la atención
todo aquello que en realidad no me interesa, ni nunca me ha interesado.




[De ser lo más puro, de ser lo más retorcido y lo más reivindicativo....te callas. Porque crecer es aprender a callarse en parte. Y también significa suprimir parte de una personalidad, parte de lo que te compone porque hoy en día todo es absolutamente nada. Porque lo real queda en un marco fuera de todo lo que se enseña al resto del mundo. Dando asco lo realmente falso que es el mundo en el que vivimos.]

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