jueves, 19 de mayo de 2011

Breathe..



Todos deberíamos de poder detener el tiempo en el momento que quisiésemos
deberíamos poder pararlo... y sentir el aire en nuestra cara, despeinándonos un poco y que no nos importe.
En ese momento escuchar el simple silencio, coches parados, niños que dejan de gritar y de jugar, perros que dejan de ladrar, conciencia que puede respirar, pensamiento que se puede liberar, y tristeza que se puede desatar.

Todos deberíamos de poder.
Parar en momentos en los que ese cálido beso es lo único necesario para olvidarte del mundo.
Para poder cerrar los ojos, respirar hondo y relajarte como nunca antes.. mirando al mar, el cielo.. esas cosas que nos rodean y que con el paso del tiempo cada vez pierden un poco más de importancia.
Pararlo cuando no paras de reir con tus amigas, cuando las miradas de complicidad se hacen eternas mientras te sientes tremendamente cómoda con esa compañia.
Parar el tiempo al estar en un puerto sin ningún rumbo, viendo como vienen y van los enormes barcos que transportan sueños, parar el tiempo y mirar el cielo estrellado de esa noche que se pierde en el silencio que invade tu corazón.

Parar el tiempo y poder desaparecer, desaparecer en los momentos en los que se quiera escapar hasta de nosotros mismos.
Consumir la tristeza en un puerto desconocido
quemar las palabras escrúpulosas de aquella tarde mal aprovechada
dictaminar los errores en tu cabeza
arreglar los tornillos que te abandonan en los cauces de la tormenta.

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