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Tenemos un puñado de sueños emparejados con el futuro
no tan lejano nos presiona, nos invade y nos aflije
sueños que muchas veces se convierten en metas que realizar..
destinos a los que deseamos llegar con tanta ansia en cualquier momento
respirar otro aire, cambiar esta rutina mientras crecemos y realizamos esa meta, mientras
hacemos realidad ese sueño.

Puede ser que nos importe demasiado lo que va a pasar
así olvidándonos de vivir el día a día.
Puede que soñando podamos también vivir sin morirnos de la desesperación
de salir del cascarón que nos tiene recubiertos desde hace muchos años..
Queremos volar,buscar nuestro propio camino sin pensar
en el temor que consigue entrar cuando pisamos ese aeropuerto
que forja un destino inóspito...

Se burla nuestra personalidad de los puntos de vista que debemos procesar.

Vamos a cumplirlos, sin ansia, con calma, y con ganas de comenzar, sin dejar olvidado lo que nos ha compuesto desde hace mucho tiempo, sin dejar de respirar las olas, la salitre y ese inconfundible aroma a libertad.